Diversidad desde San Francisco

La semana pasada asistí en San Francisco a un Executive Forum organizado por Out and Equal.  Esta organización es una non-profit americana que trabaja por entornos de trabajo que sean inclusivos para Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales (LGBT).  Durante su Annual Summit se realizan más de 100 talleres y múltiples ponencias, y asiste un número creciente de profesionales. El éxito del Congreso anual les ha decidido a organizar en esta ocasión un encuentro reducido sólo para ejecutivos. Y claro, ningún sitio mejor que San Francisco, la ciudad mito y Meca del mundo gay, para comenzar el encuentro y networking de ejecutivos fuera del armario.

San Francisco

Participamos un total de poco más de 20 personas, pertenecientes en su mayoría a grandes empresas americanas, como Dell, IBM, Disney, Ernst & Young o PepsiCo. Yo era el único representante de Merck y el único no americano de los presentes.

Contamos con la presencia de un par de ponentes externos, una especialista en coaching y desarrollo directivo orientado a mujeres (pero cuyo método no entiende de géneros) y el fundador de una cadena de hoteles. Ambos serán ocasión de entrada aparte. El resto del Executive Forum consistió en discusiones con facilitadora alrededor de los cambios sociales, políticos y empresariales respecto a la población LGBT, las implicaciones del armario corporativo en la vida y carrera de los ejecutivos, o las posibilidades de hacer networking. Pero, sin duda, el tema estrella fue el de la autenticidad y sus implicaciones para el liderazgo.

La idea base es que un líder se caracteriza por su capacidad para influenciar a otros a través de conversaciones. A través de esas conversacione se construyen relaciones con los demás en las que la confianza es un factor fundamental. Esa confianza, es difícil de ganar o de otorgar, si no se percibe que el líder es auténtico. Ahora bien, la autenticidad es de algún modo algo dinámico; un continuo. Todos nos movemos en cierto punto de la escala y consideramos el riesgo que implica mostrarnos a los demás con los menos filtros y máscaras posibles. Las implicaciones para gays y lesbianas son evidentes, pues la orientación sexual es parte de lo que son como personas. Y dar lo mejor de si mismos en el trabajo implicaría poder mostrar su mejor versión como personas. Pero la gran pregunta es ¿es la autenticidad parte del sistema imperante en las organizaciones? ¿responde el modelo dominante de liderazgo a estas características?

Diversidad desde Dubai

La semana pasada estuve en Dubai haciendo un curso sobre «Business in the Middle East» con la Asociación de Antiguos Alumnos del Instituto de Empresa.

Dubai es uno de los Emiratos Arabes Unidos y está en completa ebullición. En sus arenas se acumulan el 25% de las grúas del mundo. Además de los proyectos grandiosos tipo «torre más alta del mundo», «parque de atracciones más grande» o «islas artificiales en forma de palmera», Dubai está invirtiendo en importantes infraestructuras económicas. Cuenta con un puerto impresionante (Jebel Ali) que se está convirtiendo en un «hub» fundamental en las rutas entre Asia y Europa y Africa. También avanzán a marchas forzadas las obras del Financial Center (en la foto el edificio The Gate, en el que se encuentra la Bolsa de Dubai).

 The Gate

Desde los Emiratos Arabes Unidos la diversidad tiene dimensiones peculiares. Poca diversidad de género como reflejo de una cultura que asigna a la mujer un claro papel subordinado. Ellas muy tapadas de negro y ellos muy tapados de blanco. Ellas en la recepción y preparando el ordenador, ellos haciendo la presentación. División de roles profesionales muy marcada. En cambio la diversidad cultural es enorme. Tan sólo un 15-20% de la población es local. Más de un 50% de la población viene de India/Pakistán. Existe también numerosa población expatriada occidental atraida por las grandes oportunidades económicas existentes en la actualidad. Esta gran mezcla de culturas impacta en el entorno de trabajo y hace que la gestión de la diversidad sea un componente fundamental de la gestión de Recursos Humanos y de la línea. Así lo transmitieron varios de los ponentes del curso, aunque curiosamente todos confiaban en la capacidad de los gerentes para gestionar la diversidad de sus equipos. Y sin embargo, la investigación sobre diferencias culturales en el trabajo es abundante.

Geert-Hofstede es un sociólogo holandés que a partir de un estudio inicial con empleados de IBM de distintos países, ha desarrollado un completo modelo de 5 dimensiones culturales, entre las que se encuentran «Power Distance» o «Individualismo vs Colectivismo». Estas dimensiones explican las diferencias en el «software mental» de trabajadores de distintos países.  Los resultados detallados y comentados por país se pueden consultar en su página web Cultural Dimensions.

Otro modelo, más general, es el de las Encuestas de Valores. Especialmente gráfico es el Mapa de Valores Culturales de Inglehart-Welzel. Posiciona a los distintos países en dos dimensiones: valores tradicionales/ seculares y valores de supervivencia/autoexpresión. Es muy interesante observar la posición central que ocupa España, situándose en un punto intermedio entre China y USA en una de las diagonales y en la otra entre Suecia y Marruecos. Interesante posición que podría facilitar nuestra capacidad de hacer negocios con culturas muy diferentes. Algo que se puso de manifiesto también en Dubai en forma de comentarios relativos a la cercanía y empatía que sentían los árabes con los españoles.

Cultural Map