Aproximaciones a la multiculturalidad

Vuelvo de las vacaciones convencido y escéptico sobre la multiculturalidad a partes iguales. Ser Piscis me da ese punto bipolar para sostener fácilmente posiciones contradictorias. Por un lado, cuanto más te alejas de Europa hacia el Este, hacia el Lejano Oriente,  más evidente se hace que hay diferencias culturales profundas entre los países. Sin embargo, creo también que tendemos a quedarnos en los aspectos más superficiales y folclóricos, aquellos que confirman nuestros estereotipos. Y eso ya me incomoda más, en particular cuando lo veo reflejado en los cursos de Gestión de la Diversidad.

Cada vez es más frecuente encontrar empresas de consultoría, o consultores independientes, que ofertan formación en temas de diversidad como el santo remedio ante un mundo globalizado y multicultural. Tiene sentido que la formación sea un elemento imprescindible para aprovechar los beneficios de una plantilla diversa, o explorar oportunidades de negocio en nuevos mercados. Sin embargo, a veces parece que si no dominas las cinco dimensiones culturales del modelo de Geert-Hofstede no puedes mantener reuniones de trabajo efectivas con personas de otras culturas, y tampoco es eso. Claro que casi prefiero esa exageración en lo teórico, al otro extremo, el  práctico, por el que los latinos aparecen representados en los ejercicios como personas que hablan sin parar, no saben lo que es una reunión con agenda y se dedican a sobar a su interlocutor aunque lo acaben de conocer.   

Me parece más interesante la aproximación del informe Managing Across Language, Culture, Time and Location del Conference Board que, sin entrar en detalles por nacionalidad, plantea las competencias necesarias en los gerentes que tienen equipos multiculturales y deslocalizados. Una de sus recomendaciones es que una actitud respetuosa, inclusiva y que evite los juicios, es una de las claves para ser eficaz trabajando con otras culturas, porque realmente es inevitable cometer errores y muy difícil llegar a conocer las distintas culturas con las que operas en profundidad. 

En esa misma línea se mueven también las últimas recomendaciones para afrontar negociaciones interculturales de INSEAD porque tendemos a querer saber negociar con los «japoneses» o los «chinos», sobreestimando el valor de la dimensión nacional, y en cambio minimizando la importancia de otras diferencias como el género o la edad en las negociaciones internacionales. Sin embargo, de nuevo, la clave es tener una actitud exploratoria y colaboradora en todas las negociaciones internacionales. Ayuda conocer los rituales básicos de otras culturas, pero es muy importante en todos los casos acordar una serie de principios para la interacción que se va a establecer.

Que lo multicultural tiene tirón es cada vez más evidente. Un buen termómetro es observar la oferta de servicio de las grandes consultoras. Accenture ha creado la página web «mundo multipolar» con una batería de informes y propuestas de cómo hacer frente a las nuevas demandas para el negocio del proceso de globalización. Su investigación demuestra que las Organizaciones de Alto Rendimiento, aquellas con mejores resultados sostenidos en el tiempo, se diferencian claramente en cómo seleccionan y aprovechan oportunidades de negocio y talento desde el punto de vista geográfico, son auténticamente locales en sus operaciones pero también crean mecanismos de interconexión y colaboración entre los distintos países. 

Los servicios vinculados a la creciente diversidad cultural de los negocios van despegando pero no todas las aproximaciones van a resultar útiles. Para no perder tiempo y dinero es conveniente revisar contenidos y aproximaciones y no contratar el primer curso de Gestión de la Diversidad que nos presenten.

Acerca de Uxío Malvido

Spanish; based in Paris; HR Director.
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6 respuestas a Aproximaciones a la multiculturalidad

  1. Vicky Pollard dijo:

    Tienes razón, vivimos en un mundo lleno de estereotipos que hay que romper.

    Pero empezando por uno, la diversidad, la igualdad de género etc, son temas serios y que cualquier no puede dar un curso, no basta con tener una opinión :).

    Hay demasiados estereotipos que romper, ahora la Junta de Andalucía lanzará una campaña para romper estereotipos de como somos en Andalucía, que si somos vagos y fiesteros…

    Yo que me recojo a mas tardar a los 2 de la mañana y a las 7 ya estoy en el gimnasio :), estoy bromeando eh? vaya que salga un talifan.

    Bienvenido!

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  2. Maria dijo:

    Lo siento si sueno a simplista, pero tenía que simplificar después de la descripción de ofertas disponibles para desasnarnos en multiculturalidad (no sé los demás, pero yo sin ti, Uxío, me perdería en este agitado mundo de lo diverso). No pude por menos que recordar el precepto budista que habla de la rectitud de la intención. Bien es cierto que tampoco esto es fácil, porque ‘mi’ rectitud es, por definición, mía, y no hay autoengaño más básico que proyectarla como universal. Pero esforzarse por no hacerse ni hacer daño es una regla de convivencia que a menudo me parece que se oscurece detrás de recetas. Hay muchas recetas y poca ética y, por tanto, poco criterio, lo que favorece que cualquier charlatán invente una nueva o plagie. Frente a todo lo que desconocemos y nos han dicho que nos resultaría útil aprovechar, se crea una demanda de trucos rápidos, que deseamos nos resuelvan la vida sin darnos mucha pereza. Pero igual es que esto de la multiculturalidad no va a resolverse comprando checklists. Creo que no hace falta que me imagine libros de etnias como las hay de países y monumentos, porque esas guías ya existen. Aparte de basarse en generalizaciones -otra perversión del pensamiento- usarlas para fingir un respeto que no se siente con el único objetivo de sacar provecho puede convertir esta multiculturalidad en una flor efímera que acabará en discordia, porque ni me ves como persona ni me respetas como pueblo si no pones de tu parte sentido común y corazón. Y eso cabrea.

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  3. Astrid dijo:

    ¡Vaya Uxío, veo que has regresado de tu viaje algo belicoso! Bromas aparte, he leído con gran interés tus reflexiones y he de decirte que aunque pueda parecer que tiro piedras sobre mi tejado, en gran medida las comparto también (quizás porque también soy piscis…).

    No conozco con suficiente profundidad la consultoría española en este campo, pero al menos por lo que respecta al mercado alemán y americano, sí que es cierto que a veces se ofrecen servicios que -a mi modo de ver- transmiten un mensaje equivocado que contribuye más a confirmar estereotipos que a eliminarlos. Pero para mi, el hecho de que no siempre se asesore acertadamente no invalida la utilidad de una buena formación que pueda ayudar a mejorar la confianza y las relaciones personales de los que trabajan y/o viven internacionalmente. No se trata de ofrecer un catálogo de dimensiones culturales, o de «do’s & dont’s» al estilo de cómo hacer negocios en 80 paises, aunque también he de decirte que precisamente eso es lo que nos piden muchas veces los clientes. Pero se debe ir más allá, profundizando en los valores y actitudes y sobre todo en la autoreflexióin. Para mi, en temas de diversidad, tan importante es conocer al otro como conocerse a si mismo, y en ese sentido, hay que buscar fórmulas para confrontar a las personas con situaciones que les permitan analizar los propios prejuicios y estereotipos. Ese es un ejercicio de aprendizaje para el que se requiere cierta voluntad y esfuerzo, pero que a la larga es lo que de verdad ayuda en la cooperación internacional. Lamentablemente, no siempre saben los clientes valorar su utilidad ni desean invertir en ello el tiempo y recursos necesarios.

    Un saludo,

    Astrid

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  4. Uxío Malvido dijo:

    Es verdad, Astrid, que a menudo son peores los clientes que los consultores. Es más, los malos consultores existen porque son capaces de encontrar su mercado.

    En el fondo estamos sin más en un momento de nuevas oportunidades que se abren y personas intentando aprovecharlas. Se está creando un mercado y con el tiempo se irá decantando hacia aquellas soluciones que realmente aporten resultados prácticos. Espero.

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  5. Pingback: ¿Qué es una empresa? Una amalgama de emociones « Nuevas habilidades directivas 2.0

  6. Olaia dijo:

    Acabo de descubrir esta entrada mientras buscaba cosas relacionadas con la diversidad. Estoy completamente de acuerdo que la gestión de la diversidad (sea ésta del tipo que sea) es una cuestión de actitud, más que una serie de conocimientos estáticos adquiridos previamente. Conocer al 100% las culturas de todos los países es imposible, empezando porque un sólo país no es ya culturalmente homogéneo; pero mostrarte con una actitud correcta, de respeto mutuo y una mentalidad abierta hará posible que accedas a ambitos muy diversos (en toda la amplitud del término). No sé por qué tenemos esa extraña tendencia a estandarizarlo todo y a poner etiquetas a cada cosa que descubrimos y cuando empieza a coger fuerza un nuevo tema, como lo es hoy el de las cuestiones de diversidad, empiezan a salir cursos de debajo de las piedras y, lamentablemente, muchas veces de calidad cuestionable.
    Tu visión me parece muy interesante, te felicito por el post.
    Un saludo,
    Olaia

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