Talento Responsable: cambiar el mundo con los negocios

Las empresas grandes tenemos una concepción elitista del talento. Lo digo como descripción y no como valoración. Es lo que hay, como diría Michael Jackson. Sin duda hay mucho más talento interno del que se aprovecha y valora, pero esa es otra historia. Lo cierto es que las multinacionales invierten tiempo y esfuerzo en clasificar y jerarquizar el famoso talento, y prestan especial atención a los MBAs, unas siglas mágicas que suponen un pasaporte casi automático para ser considerado «talentoso», sobre todo si el título viene de una de las mejores Escuelas de Negocio.

El fin de semana pasado varios cientos de MBAs se reunieron en IESE, la Escuela que junto al IE Business School y ESADE forma el triunvirato español del talento reconcentrado. Se celebraba la sexta edición de la conferencia Doing Good Doing Well, organizada por alumnos con la colaboración de IESE y la non-profit Net Impact. La agenda recogía temas de sostenibilidad ambiental, Responsabilidad Social, o nuevos emprendedores sociales. Con la idea de cambiar el mundo a través de los negocios, los participantes se reunieron para discutir cómo desde el ámbito privado se puede hacer del mundo un lugar mejor, colaborando en la solución de temas globales como el hambre, el cambio climático o el acceso a la salud de los más pobres.

IESE

Los ponentes eran americanos en su gran mayoría, algo que explica a mi entender el enfoque excesivamente «tercermundista» y filantrópico del evento, más centrado en las condiciones de vida de los países más desfavorecidos, que en analizar la sostenibilidad y el enfoque responsable de los modelos de negocio con carácter general. Estuvieron presentes, entre otros, representantes de la Fundación Clinton, el Open Society Institute de George Soros, The Economist, o un mega directivo de Citi, que representaba la cara más responsable de Wall Street (…con la que está cayendo…).

Se mencionó que la agenda política de la administración Obama refleja el impulso que va a tener la responsabilidad social. Pero sobre todo se incidió en el rol de liderazgo que las nuevas generaciones juegan y jugarán en este enfoque del capitalismo que conjuga beneficios y propósito social. Mark Albion, autor de «More than Money», libro dirigido a que los MBAs se pregunten qué tipo de persona quieren ser y no sólo cuanto quieren ganar, recordó la cita «We all dream of noble purposes«, de Anita Roddick, fundadora de The Body Shop

Un grupo de paneles estuvo dedicado a la Salud, incluyendo aspectos como la donación de medicamentos, los  microseguros sanitarios (parecidos a los microcréditos financieros de tanto éxito) o el acceso a la sanidad. Más allá de la responsabilidad de la Industria Farmacéutica, se analizó la importancia de la infraestructura sanitaria y el sistema de distribución en general, sin los cuales el acceso a la salud es inviable. Los expertos presentes coincidieron en lo fundamental de trabajar con ONGs de confianza sobre el terreno, hablando incluso de centrarse en los individuos y sus compromisos más que el de las organizaciones.   

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En el programa de la conferencia estaba también prevista una Feria de Carreras. Estuve representando allí a mi empresa, MSD, que éramos uno de los principales patrocinadores del evento. Fueron dos horas  agotadoras de contestar a preguntas sin cesar. Perfiles muy internacionales que demostraron toda su formación de negocios con preguntas del tipo: «la industria farmacéutica atraviesa un periodo de numerosas pérdidas de patentes, ¿qué está haciendo Merck frente a esta situación?»  o «¿cual es la posición de tu compañía respecto al acceso a genéricos del VIH/SIDA en Africa?». Pero mi mayor sorpresa vino del interés en saber qué oportunidades reales tenían de trabajar en proyectos de Responsabilidad Social, que algunos consideraban como una oportunidad real de enfoque de carrera. Ese interés lo estoy corroborando también en los curriculum que me están enviando en estos días posteriores, ya que lo mencionan en muchas de las cartas de presentación. Muy común, también, que hagan «over-selling» de si mismos en los emails, recordando el valor que pueden aportar a la organización y toda su excelencia, capacidad de trabajo y habilidades. Supongo que «es lo que hay»; estilo de la escuela sin más.

Entrando en contacto con este colectivo de MBAs resulta creible la opinión del directivo de Citi, presente en la conferencia, que decía que  hoy para atraer talento necesitas tener una agenda social. Tan sencillo como eso. Los MBAs ya no son sólo tiburones de las finanzas y los negocios, también tienen inquietudes; algunos también quieren cambiar el mundo.

El camino de la Responsabilidad Social

En los últimos meses he participado en un curso sobre Responsabilidad Social con el título RSC en la Gestión Empresarial. Los organizadores han sido Unidad Editorial (editora de El Mundo, Expansión y muchos otros medios) y Forética. Las sesiones se celebraron en la Escuela de Negocios CEU. Han sido muchas horas de formación con ponentes irregulares pero en conjunto han cubierto todo el rango de temas que abarca la Responsabilidad Social: transparencia y buen gobierno, gestión medioambiental, inversión socialmente responsable, voluntariado corporativo, recursos humanos y diversidad, marketing responsable y comunicación…

De todo el arsenal de presentaciones y temas, me quedo con tres ideas claras:

– Las multinacionales son las organizaciones que menos confianza inspiran en la sociedad y tres cuartas partes de la población cree que las empresas deben atender a algo más que el beneficio (datos de la consultora Environics manejados por la farmacéutica Novartis).  Por lo tanto, las grandes compañías tienen evidentes problemas de credibilidad y demostrar que no les interesa sólo maximizar beneficios es una buena forma de reconectar con la sociedad. 

– La mitad de la información que se genera sobre Responsabilidad Social Corporativa procede de las propias empresas (mayoritariamente las grandes) y suele utilizar una única fuente (datos de la Fundación Chandra manejados por Forética). Por lo tanto, hay demasiado escaparate Teletienda y no son de extrañar las críticas  a tanta publicidad y la pregunta ¿por qué las empresas siguen siendo irresponsablemente responsables?.

– Los departamentos de Compras gestionan el 75% de los gastos de la empresa. Sumadas las compras de la administración pública con las de las empresas cotizadas suponen una cifra equivalente al 40% del PIB de España (datos manejados por AERCE, la Asociación Española de Profesionales de Compras). Por lo tanto, aplicar criterios de sostenibilidad en el consumo de las empresas, seleccionando con criterios responsables tanto productos como proveedores, puede tener un tremendo impacto.

Y aquí van las que para mi son las tres opiniones más controvertidas del curso:

– Juan José Barrera, Director General en el Ministerio de Trabajo, propuso buscar soluciones imaginativas a los Expedientes de Regulación de Empleo en aquellas empresas que se definen como socialmente responsables. Es una línea argumental muy extendida que también aparece como ¿somos capaces de seguir viendo empresas con responsabilidad social corporativa, cuando suprimen tantos puestos de trabajo?. Se parte de pensar que la principal responsabilidad social de las empresas es crear y mantener puestos de trabajo (buf.. me viene a la cabeza el modelo chino con su uso extensivo de mano de obra) y se pasa por alto la necesidad de las empresas de ser competitivas para no desaparecer a medio plazo y con ellas TODOS sus puestos de trabajo.

– Alvaro Cuervo García,  catedrático de Economía en la Complutense, incidió precisamente en que  la empresa tiene ante todo que sobrevivir y para ello ser más eficiente que sus competidores; el mercado es quien juzga a las empresas, y lo hace por sus resultados. En esa línea, las empresas no tienen que pedir perdón por existir y no se les puede pedir ética porque la ética siempre está en los individuos. Pues hombre… ni tanto ni tan poco. Aunque ciertamente la ética es individual hay también códigos de conducta compartidos, y estos pueden ser internos de una organización e ir más allá del simple cumplimiento legal. Hay otra forma de hacer negocios para ser rentable sin ser depredador.

Manuel Conthe, ex presidente de la CNMV, dio argumentos para la igualdad de género. Dentro de su charla sobre Gobierno Corporativo comentó que no se puede pedir competencia absoluta por los puestos (promoción de los «mejores» en abstracto) sin tener en cuenta las situaciones de partida profundamente desiguales. Esto implica que en su opinión tiene sentido establecer medidas correctoras con carácter temporal para potenciar la igualdad de género.

Con todo, lo mejor del curso fue su clausura, a cargo de Ramón Jaúregui, que preside la Subcomisión del Congreso sobre Responsabilidad Social. Su intervención fue brillante. Partiendo de que la ecuación entre empresa y sociedad está profundamente alterada (los dos se influyen ahora mucho más mutuamente), la RSE no puede ser moda ni un tema técnico de gestión, sino que hay algo más de fondo, más filosófico. En su opinión, hay convergencia entre los que se acercan al tema  porque saben que es una herramienta de innovación y competitividad en una economía global y los que además creen que la RSE puede ser palanca de cambio social que haga avanzar la cohesión social, la dignidad laboral y la sostenibilidad del ecosistema.

Ramón Jaúregui aportó un punto de ilusión y transformación que ayuda a situar el verdadero impacto de la Responsabilidad Social de las Empresas, mucho más allá de la acción social o el mecenazgo, y más en línea con un cambio de modelo. Desde su perspectiva: «La Responsabilidad Social Corporativa no tiene meta; nunca se llega. Es, como diría Santa Teresa,  un camino de perfección».

Herramientas para la Responsabilidad Social de las Empresas

Muchas personas piensan que esto de la Responsabilidad Social Corporativa o Empresarial (RSC o RSE)  es una especie de filosofía del «buen rollismo» con el medio ambiente y la sociedad, pero que tiene poco «fundamento». Algo así como intentar portarse bien para no salir mal en la foto y que la reputación de la compañía no quede empañada, pero sin necesidad de dedicarle demasiadas neuronas. Sin embargo, es innegable el grado de profesionalidad y sofisticación que el tema está adquiriendo.

Esta semana pasada, en Bruselas, se han presentado, con claro apoyo político de la Unión Europea, toda una serie de herramientas para desarrollar actividades de Responsabilidad Social Empresarial. Hay guías detalladas, fichas de buenas prácticas, modelos teóricos, metodologías… Son el resultado de 20 «laboratorios» o grupos de trabajo formados por empresas, organizados en 5 grandes categorías cuya traducción sería: Producción y Consumo Sostenible, Comunicación y Transparencia, Modelos de Negocio «(R)evolutivos», Capital Humano y Entorno de Trabajo Integrado.

En el evento de presentación participó el Comisario Europeo para Empleo, Asuntos Sociales e Igualdad de Oportunidades, entre otras relevantes figuras políticas de primer nivel tanto del Parlamento Europeo como de la Comisión. Se quiere convertir a la Unión Europea en un polo de excelencia a nivel mundial en temas de Responsabilidad Social y el tema ha merecido un capítulo completo en el último informe de Competitividad de la UE.

Todas las herramientas presentadas en Bruselas están disponibles en abierto en una página web de CSR Europe.

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Destaco aquellos proyectos que me han parecido más relevantes:

Valuing non-financial performance. Proporciona un modelo de indicadores para medir los llamados «intangibles» de la empresa, todo aquello que no reflejan las memorias económicas y que sin embargo afecta profundamente a su rentabilidad, como el Capital Humano (medido a través del famoso «compromiso»), la Relación con los Clientes o la Innovación.

Proactive Stakeholder Engagement, una guía muy detallada de cómo establecer diálogo con los distintos grupos de interés de la empresa. Es decir cómo poner en práctica, sin volverse loco, aquello de que los accionistas no son el único colectivo afectado y que a su vez puede afectar la marcha de la empresa sino que hay muchos otros, como las comunidades locales, los trabajadores, o las ONGs.

Employee Community Engagement, ofrece experiencias en el campo del voluntariado corporativo.

Mainstreaming Diversity, incluye un pequeño folleto,  una lista de recomendaciones (bastante básicas) y unas fichas de buenas prácticas. Algo decepcionante desde mi punto de vista.

Demographic Change, una auténtica joya que contiene la herramienta online Demographic Risk Map, que muestra visualmente las regiones de Europa con mayor riesgo demográfico, medido como una combinación de envejecimiento y reducción de la población, y muestra, por otro lado, una serie de factores locales, como la disponibilidad de talento, la productividad o variables relacionadas con la investigación y desarrollo. Interensatísimo. De algún modo, en la línea de los trabajos de Richard Florida.

Es indudable que cada vez hay más recursos sobre la Responsabilidad Social, más ejemplos, más metodologías, más resultados. Cada vez quedan, por lo tanto, menos disculpas para no integrar la RSE en la estrategia de la empresa. Para quien piense que la dificultad está en que toda esta información está en inglés, la buena noticia es que  Forética traducirá al español y adaptará todas estas herramientas en unos meses, como ya han hecho, por cierto, con la completa guía de Marketing Sostenible que ya se puede descargar desde su página. Lo dicho, van quedando pocas disculpas para seguir aferrados al modelo «más beneficios, a cualquier coste, y cuanto antes».

Incertidumbre económica y nuevo modelo de crecimiento

Ahora que las Bolsas mundiales son una tómbola de luz y de color se escuchan voces que proclaman  el final de una era y la necesidad de nuevas bases para el sistema económico. Ojalá de todo esto salga un sistema más sostenible, capaz de generar riqueza y desarrollo pero sin arrasar con el medio ambiente y las personas.

Precisamente con el planteamiento de ayudar a generar diálogo y nuevas ideas en el mundo empresarial, se organizó la semana pasada una Jornada titulada «Posicionamiento de las empresas ante el nuevo horizonte económico«. Los responsables del evento fueron el Ayuntamiento de Alcobendas y la Fundación Alares y reunieron en la agenda 4 temas diferentes: Productividad, Igualdad, Gestión del Conocimiento y Gestión por Confianza. Yo actué como moderador de una de las dos mesas en las que se dividieron temas y ponentes. 

Esto de la moderación no es algo que me apasione, sobre todo porque no puedes controlar el resultado final, en cuanto a calidad de contenidos y exposiciones. Sin embargo los ponentes eran, en esta ocasión muy superiores, a la media habitual: nada de lecturas, o de docenas de diapositivas a cubrir en poco tiempo. Los discursos fueron coherentes y las exposiciones buenas. Merece la pena repasar algunas cosas que se hablaron por allí.

Ignacio Mazo de Peoplematters habló de cómo mejorar la productividad. Mencionó un estudio de McKinsey que apuntaba al Lean Management, la Gestión por Objetivos/Rendimiento y la Gestión del Talento como las principales propuestas para mejorar la productividad.  Frente a estas propuestas, sorprendió su dato del 10% de índice de temporalidad eficiente en una organización cuando el dato real se aproxima en muchas empresas al 30%. Ignacio también citó un estudio de Boston Consulting Group y WFPMA sobre los retos de HR en el mundo hasta 2015. En la fuente original he descubierto las prioridades de los directivos de RRHH en España: Gestión del Talento, mejorar los niveles de Compromiso, convertir a la empresa en un lugar en el que Aprender y desarrollarse y finalmente la Gestión de la Diversidad. Sé que a más de un@ le chirriarán estas prioridades con su día a día laboral.

Mª Jesús Valdemoros del Círculo de Empresarios indicó que las medidas de conciliacón se deben asentar en tres principios: Universalidad, Flexibilidad y Responsabilidad, y no deben ir dirigidas sólo a mujeres.  Entre los motivos para implantar medidas de flexibilidad y conciliación citó la organización de la producción, la demografía, los cambios sociales y la necesidad de un nuevo modelo de competitividad. Aportó el dato de España como país con menos tiempo parcial de su entorno, un 12% frente al 20,8% de la UE-15.  Esta resistencia numantina a las jornadas reducidas contrasta con la evidencia del último informe de Proudfoot Consulting, que afirma que el 45% del tiempo trabajado es improductivo (el equivalente al 8% del PIB).  Mª Jesús incidió también en la necesidad de un cambio de modelo económico en España y situó el Capital Humano y el Conocimiento como necesarios pilares del nuevo modelo de crecimiento. Merece la pena prestar atención a que toda esta exposición viene desde el Círculo de Empresarios…

Jose María Gasalla habló de la Dirección por Confianza. Mencionó como el planteamiento habitual de «¿que gano yo con ello?»,  que tan habitualmente utilizamos para la gestión del cambio, es en realidad un planteamiento individualista que no nos llevará muy lejos. También habló de la existencia de victimas en las empresas, pero también de victimistas, que constantemente piensan «yo estoy mal y los demás están bien». Por último reflexionó sobre una de mis citas de gestión preferidas: «La única ventaja competitiva sostenible es aprender más rápido que la competencia». Pertenece a Arie de Geus, que fue directivo de Shell, y creo que es de gran aplicación tanto a organizaciones como personas.  Quien quiera conocer más sobre el planteamiento de esta autor tiene un buen resumen en «La empresa superviviente» del blog Amalgama de Letras.

Y digo yo, con tanto estudio y tanto dato, ¿no es más que evidente el tipo de cambios que se necesitan? ¿qué estamos esperando, entonces?