Cómo reconstruir una estrategia de diversidad de género

Los programas de diversidad sufren muchos vaivenes en las organizaciones. Son planteamientos a largo plazo, que buscan cambios sostenibles en la forma de gestionar las personas y en las mentalidades de directivos y mandos intermedios. Ese largo alcance, los hace susceptibles a ciclos en los que se alternan momentos de aceleración, valles del desierto y, también, fases destructivas. En lugar de frustrarse, conviene buscar y crear nuevas ventanas de oportunidad.

Una fusión de hombres

Entre mis fracasos de los últimos meses está no haber podido evitar el impacto negativo en la presencia de mujeres directivas de la fusión entre Lafarge y Holcim.

Dentro de la aproximación que desarrollé al construir una estrategia de diversidad e inclusión para Lafarge, al poco de incorporarme, se encontraba un análisis de escenarios sobre el posible impacto de la fusión. Utilizando la metodología de Adverse Impact Analysis de Estados Unidos, determiné en qué franjas se debía situar el % de mujeres tras el cierre de la operación, teniendo en cuenta los niveles de partida de cada empresa en niveles equivalentes. También alerté de cuales eran las funciones y países en los que nos jugábamos el resultado final. Así, por ejemplo, estaba claro el impacto que tendría la decision sobre la localización de algunas de las funciones corporativas entre París y Zurich, dado que en la oficina francesa había muchas más mujeres que en la oficina suiza.

Lo cierto es que el análisis quedó muy mono, se discutió en el Comité Ejecutivo de Lafarge y se compartió con Holcim, pero al final no sirvió para nada. El proceso de reorganización quedó rápidamente secuestrado por la tension política entre las dos empresas y entre las victimas colaterales del « sálvese quien pueda » general se situaron muchas mujeres.

Una nueva esperanza 

El impacto negativo de la fusión en la representación femenina es innegable. Todavía estamos calculando los daños, ya que la reorganización todavía no está terminada, pero yo estimo que hemos retrocedido entre 7 y 10 puntos en el % de mujeres en niveles directivos respecto al punto de partida de Lafarge (19%). La nueva representación puede quedar muy cerca de la linea base de Holcim (10%), en un claro ejemplo de mínimo común denominador en las fusiones.

El único consuelo dentro de este panorama desolador es la oportunidad que ha abierto el cambio de presidencia de la compañía. Efectivamente, el nuevo CEO es uno de esos hombres convencidos y decididos, desde hace años, a impulsar este tema. Con su compromiso activo y visible, estos son los 3 pasos que estamos dando para reconstruir la estrategia de diversidad de género en LafargeHolcim.

1/ Re-posicionar estratégicamente 

El primer paso ha sido comunicar que el tema es importante para el nuevo Grupo, tanto a nivel interno como externo. Parece obvio pero, en un contexto de docenas de otras prioridades, no lo es.

A los 3 meses de cerrada la fusión, en un periodo ciertamente aún muy inestable, estábamos participando con una delegación de 30 personas, incluyendo al presidente, en el Women’s Forum de Deauville. Yo ya me había ocupado de cerrar antes, aun como Lafarge, el contrato de participación,  de tal forma que fuera un compromiso ya adquirido e irreversible. La participación en esta conferencia con una delegación de todo el mundo fue la oportunidad perfecta para que la empresa se posicionara y dijera: somos los nuevos líderes del sector, esto ha sido siempre un mundo de hombres, pero estamos decididos a liderar la transformación también en este terreno. Y tal cual lo comunicamos interna y externamente.

2/ Establecer objetivos neutrales de género

El segundo paso ha sido aprobar nuevos objetivos de equilibrio de género como parte del Plan de Desarrollo Sostenible. El mundo cambia, también en el sector de los materiales de construcción, y las mujeres son un componente esencial de todos los segmentos de talento, tanto técnico como funcionales, y parte creciente de nuestros clientes. Por eso queremos alcanzar un mínimo de 30% de cada género en todos los niveles de gestión en el horizonte 2030. En esta formulación, cada elemento ha sido cuidadosamente elegido :

  • Hablamos de todos los niveles de gestión, no sólo de los puestos directivos. La idea no es traer a mujeres paracaidistas a niveles altos sino capitalizar los cambios demográficos en todos los segmentos de talento e incorporar mujeres en todos los niveles y funciones. Es un objetivo transversal, compartido y global (aunque lo distribuiremos en función de las realidades locales y los niveles  de partida).
  • Hablamos de 30% porque esta en linea con la teoría de masa crítica para que se noten los efectos beneficiosos de la mezcla de géneros en la toma de decisiones y en los resultados. Es ambicioso pero realista porque sólo requiere pequeños incrementos sostenidos cada año. Y además es fácil de recordar (30% en 2030, 20% en 2020), para que nadie se pierda.

3/ Co-definir y socializar una nueva hoja de ruta

Las estrategias de diversidad tienen que ser de base amplia, y no se deben dejar  en manos del área de diversidad o de recursos humanos. Hay que socializarlas, hay que hablarlas, hay que refinarlas colectivamente para que estén bien apoyadas y no se hagan por decreto.

En nuestro caso, hemos creado un «Women´s Task Force » (principalmente con participantes del Women’s Forum del que hablé anteriormente) que lleva meses haciendo entrevistas y encuestas de cara a presentar un análisis de la cultura actual del grupo y posibles recomendaciones al Comité Ejecutivo. No estoy de acuerdo con que sea un grupo sólo de mujeres, pero ese fue un empeño personal del presidente, que no fui capaz de cambiar. Si conseguí, en cambio,  que el Task Force haya incluido tanto mujeres como hombres en sus entrevistas y encuestas de tal forma que podamos cruzar percepciones.

Veremos qué sale de todo esto. Pinta bien pero eso no es en si mismo garantía de éxito. Harán falta recursos y esa siempre es una batalla dura en «tiempos de sinergias».  Al menos, parece que hemos superado la ola destrucción que acompañó a la fusión para entrar en una fase de reconstrucción acelerada. El tiempo lo dirá.

8 meses de silencio y 8 años de Diversidad Corporativa

Estos últimos meses han sido demasiado intensos, incluso para mi, que tiendo a la hiperactividad personal y profesional. La fusión entre Lafarge y Holcim está resultando extenuante y emocionante a partes iguales. Por momentos, me tiene consumido por la frustración, pero también, muy a menudo, me encuentra con la adrenalina disparada ante  tantas novedades. Así las cosas, dudo entre echar el cierre a este blog, porque la vida no me da para más, o relanzarlo y ponerme algún objetivo de publicación mínimo en el que pueda compartir todos esos proyectos en los que ando ocupado.

Mientras resuelvo mi duda existencial, he pensado que, al menos, debía festejar el octavo aniversario del blog. Su anterior cumpleaños fue el de 2012, cuando el blog tenía 4 años de existencia. En aquella ocasión opté  por la nostalgia con una recopilación de entradas anteriores, pero esta vez prefiero compartir qué ha pasado en estos meses de silencio.

Entre la fusión y la fisión

La fusión de Lafarge y Holcim, los dos gigantes mundiales de materiales de construcción, se estudiará en las escuelas de negocio, estoy convencido. Es más, estoy casi dispuesto a escribir yo mismo el «case study» de esta «fusión entre iguales». Si bien las compañías tenían buena complementaridad geográfica y buenas razones financieras para fusionarse, lo cierto es que sus diferencias de modelo de negocio, operativo y  cultural no podían ser más abismales.

Por un lado, el estilo francés big-picture, todo estrategia y grandes ideas, encaja mal con la eficiencia suiza, su atención a los detalles y a las fechas claras y fijas. Pero es que, además, la visión del negocio no era exactamente la misma. De un lado, Lafarge apostaba por la investigación y el desarrollo de nuevos materiales y soluciones para la construcción, y de otro, Holcim, se veía más como una empresa cementera clásica, viendo el cemento como un producto indiferenciado («commodity») que simplemente hay que producir a bajo coste.

Las tensiones de la fusión han quedado reflejadas en la prensa internacional y, en opinión  del Financial Times,  las diferencias de ego han estado a punto de hacer fracasar todo el proceso. No me extrañaría, además, que aún se sucedan cambios significativos en el grupo, porque todavía estamos lejos de la estabilidad.

Creo que uno de los grandes errores de esta fusión ha sido la falta de un papel más activo y estratégico por parte de Recursos Humanos. Uno de los motivos ha sido la decisión de redimensionar la función al mismo tiempo que se reorganizaba todo el grupo. Es decir, pretender hacer todo de golpe y poner en marcha la nueva organización en una sola fase. De esa manera, el personal de Recursos Humanos ha estado con una gran incertidumbre sobre su futuro, sin saber si se iban o se quedaban, en un momento en el que tenían que contribuir a estabilizar el resto de la empresa.

Entre París y Zürich

Por mi parte, mi futuro profesional no se definió hasta diciembre. Varias cosas me inquietaban, principalmente el alcance de mi puesto, y la localización geográfica. Finalmente todo se clarificó y ahora soy responsable de un área amplia dentro de Talent Management, cubriendo los temas de Selección, Engagement, Employer Branding, y Diversidad e Inclusión.

He renombrado el batiburrillo de funciones  del que soy responsable como Adquisición de Talento e Inclusión. Por un lado, quería soltar la palabra «diversidad» que cada vez me parece más problemática porque genera demasiada confusión y evoca intereses contrapuestos y, por otro lado, quería reforzar el foco del área hacia el area de «Talent Acquisition», es decir, la parte estratégica de la selección de personal.

El nuevo puesto me tiene a caballo entre París y Zürich, alternando semanas en cada una de las dos sedes corporativas, y enredado en jornadas interminables para sacar adelante varios proyectos:

  • El diseño e implementación global de una encuesta a empleados sobre sus percepciones sobre la fusión y la creación del nuevo grupo, LafargeHolcim.
  • La puesta en marcha del nuevo portal de carreras de la empresa
  • La creación de una comunidad de práctica global con los recruiters, principalmente aquellos que utilizan LinkedIn, de cuyo valor corporativo hablé hace unos meses.
  • El establecimiento de nuevos objetivos de equilibrio de género y la creación de la nueva hoja de ruta para la diversidad en la empresa.

Son semanas de jornadas largas y a menudo domingos a los que tengo que arañar varias horas de trabajo. Y con todo, lo estoy disfrutando. Tengo sensación de ebullición, de redefinición, de creación, cosas habitualmente difíciles de encontrar en las grandes multinacionales, y eso dispara mis niveles de adrenalina y me mantiene contento. Por ahora.