Los discursos de la conciliación

Hay un interés creciente entre las administraciones públicas por apoyar y promocionar la conciliación de la vida laboral y personal. Desde lo estatal, autonómico y local se generan recursos para animar a empresarios, poner ejemplos de buenas prácticas o premiar directamente aquellas medidas más innovadoras.

En Madrid tanto la Comunidad como el Ayuntamiento son activos patrocinadores de la conciliación. La Comunidad ha patrocinado la página Empresa Conciliación desde la que se accede a la Guía de buenas prácticas de la Empresa Flexible o la Guía para la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres en la empresa.

El Ayuntamiento por su parte ha editado la guía Hablemos de conciliación, tiene un observatorio de igualdad de oportunidades desde el que publican indicadores sobre conciliación y ha impulsado la creación de la Red Concilia.

Está claro, pues, que la falta de recursos o de ideas a implantar difícilmente puede ser el motivo para no establecer medidas que favorezcan la conciliación en la empresa. Las dificultades tienen que ser de otro tipo: de negocio, de cultura organizativa o del modelo de liderazgo (masculino, por supuesto).

Para hablar de todo esto nos reunimos en Conciliación en Red, un acto convocado por la Red Concilia del Ayuntamiento de Madrid este pasado jueves 12 de Junio.  Yo moderaba un panel sobre el papel de la alta dirección en el éxito de la conciliación en la empresa. Otro de los paneles, moderado por la Directora de Informativos de Intereconomía, giraba en torno a la importancia de la comunicación interna de las medidas de conciliación. Posteriormente los dos moderadores así como los ponentes participamos en un 59» de preguntas rápidas. Fue divertido pero algunas discrepancias eran inevitables, como la clásica respecto a la «discriminación positiva» que o no se explica bien o no se quiere entender bien, que de todo hay.

La conciliación, como todo, tiene sus discursos. Por un lado es evidente que no es un asunto de mujeres, ya que todos tenemos necesidades de conciliación. Pero es evidente también que es una herramienta necesaria en el camino hacia la igualdad de oportunidades de hombres y mujeres en la empresa. Hay una división de roles de género a nivel social que tiene su impacto también en la empresa: ellos, en posiciones de liderazgo, perciben menos necesidades de conciliación que ellas, en las mismas posiciones de liderazgo. A medio plazo, sin que ellas y ellos concilien será imposible una presencia sostenible de mujeres en puestos directivos. Al menos, todo apunta a que los más jóvenes, la generación Y, tienen claro que hay vida más allá de las organizaciones. El tiempo, una vez más, juega a favor de cambios positivos.

Interés por la igualdad

Estrenamos Ministra de Igualdad y el Presidente del Gobierno ha declarado con contundencia que la apuesta política por la igualdad de hombres y mujeres será uno de los tres pilares del nuevo Ejecutivo.

Con este marco político y la entrada en vigor de la Ley de Igualdad, el mundo empresarial se pone en marcha. Esta semana unas 600 personas asistieron a la Jornada sobre la implantación de la nueva ley que organizó APD en Madrid. Un número de participantes sin duda asombroso para lo que se suele mover alrededor de eventos del área de Recursos Humanos.

Durante la Jornada se presentó el Monitor Español de Igualdad Laboral (MEIL), un estudio elaborado por Villafañe & Asociados y el Instituto de Empresa para evaluar las mejores prácticas de igualdad en España. Sin grandes sorpresas: presencia de mujeres escasa en los puestos más altos (8% en Alta Dirección y 17% en Dirección), tendencia a la equiparación de salarios aunque persisten diferencias y medidas de conciliación relacionadas con el cuidado familiar utilizadas mayoritariamente por mujeres.  Este año MEIL ha consistido en una evaluación mediante encuesta a 124 empresas pero el año que viene quieren elaborar un ranking con las mejores empresas y a futuro convertirlo en una certificación.

En la Jornada intervino también un socio de Garrigues, Federico Durán, que llamó la atención de la contradicción de hablar tanto de la igualdad como ventaja competitiva (por cierto, era el subtítulo de la Jornada) cuando en la práctica se impone a golpe de ley. El riesgo era a su juicio que la presión legal podía hacer que el foco empresarial se pusiera en la evitación de sanciones y no en los avances reales. También clarificó la diferencia entre desigualdad y discriminación, algo que está generando confusión en la aplicación de la ley, ya que se pueden dar situaciones dónde haya menor presencia de mujeres en determinados puestos de trabajo (por ejemplo ingenierías o puestos informáticos) que no tengan nada que ver con situaciones discriminatorias. En conjunto tuvo una intervención muy interesante aunque chirriaba un poco oirle hablar todo el tiempo de «sexos», como si no se enterara de que una cosa es lo genético/biológico y otra el género como algo social.

El resto de la Jornada consistió en dos mesas redondas. Una de agentes sociales (UGT, CCOO y CEOE) y otra de experiencias prácticas de empresas, como INDRA o el Plan de Igualdad del Grupo Santander que incluye hipoteca cero en el primer año de excedencia por maternidad.

La Ley de Igualdad ha sido muy controvertida en el mundo empresarial pero no cabe duda que ha generado un interés inusitado por el tema y ha situado definitivamente la igualdad de género en la agenda de las empresas. Habrá que esperar algún tiempo para analizar el avance real que genera, pero sospecho que en cualquier caso globalmente será mayor que el que se hubiera producido de continuar la inercia que llevaba en este tema el mundo empresarial.

Igualdad de Género

Ayer se presentó en Madrid el libro «Políticas de Igualdad en España y Europa» con la presencia de la Ministra de Educación, Mercedes Cabrera. Las investigadoras forman parte del proyecto europeo MAGEEQ (leído magic).

En los últimos años la Unión Europea ha impulsado lo que se denomina Mainstreaming de Género, es decir la aplicación transversal de la igualdad de hombres y mujeres a todas las políticas públicas y en todas las etapas. Esto se ha traducido en la existencia de unas políticas públicas que las autoras han analizado  para descubrir, en sus propias palabras, qué esconden debajo de la alfombra: qué entiende por igualdad, cómo enmarcan el problema y que soluciones aportan.

En España el desarrollo más reciente es la Ley de Igualdad  (LO 3/2007) que ha generado alguna controversia en el mundo empresarial al entender algunos sectores que ciertos aspectos podían suponer un excesivo intervencionismo. Rápidamente se critica un supuesto potenciamiento de las cuotas en lugar de potenciar el desarrollo y promoción de los mejores. Y efectivamente, ese no es el «marco» interpretativo más adecuado para la empresa. Se trata en realidad de analizar cómo es posible que los mejores sean tan abrumadoramente hombres en las direcciones de las empresas. También de entender que incorporar diversidad de género en los puestos de responsabilidad ayudará a entender y tomar decisiones de negocio más acordes a la realidad social de nuestros clientes.

Tomo como ejemplo el sector Farmacéutico, en el que yo trabajo. La demografía médica en España muestra un crecimiento rápido del porcentaje de mujeres en la práctica clínica, hasta el punto de que serán clara mayoría en pocos años. Al mismo tiempo, las mujeres en la sociedad tienen una gran influencia en las decisiones sobre salud que se toman en la familia. En ese escenario de negocio ¿que sentido tendría que nuestros delegados de visita médica, los gerentes de ventas y marketing, o los directores  fueran mayoritariamente hombres?