Japón, un modelo empresarial sin diversidad

Las próximas 3 semanas estaré visitando Japón de vacaciones. El país me atrae desde distintos ángulos: la arquitectura y estética general,  los grabados de ukiyo-e,  la espiritualidad zen, las historietas de manga, la música enka (como esta canción de Baisho Chieko), esos paisajes con el Monte Fuji, y por supuesto me encantan todas esas tribus urbanas japonesas tan totales,  y el futurismo estilo Blade Runner de Tokio.

A nivel profesional, en cambio, Japón es el país desarrollado donde el concepto de diversidad tiene más dificultades para abrirse paso dentro del mundo empresarial: mujeres inexistentes a nivel directivo, porcentaje de trabajadores extranjeros mínimo, gays y lesbianas invisibles y escasa diversidad religiosa como resultado de la poca mezcla demográfica . Un auténtico erial para la diversidad, aunque la situación económica puede hacer que se replanteen las cosas.

En el último decenio el país ha sufrido una profunda crisis económica,  caracterizada por un desplome de la demanda interna de consumo y por la temida deflación (bajada de precios). La economía japonesa se ha hecho muy dependiente de las exportaciones y estas también  se han debilitado con la situación económica mundial.  

La larga duración de la crisis económica ha derivado en numerosos análisis de por qué el país no levanta cabeza, como muestran estos dos artículos: What has happened to Japan’s economy? y Why Japan isn’t raising?. Actualmente parece haber cierto consenso en situar en el centro de las explicaciones los factores demográficos: una baja tasa de natalidad y  como resultado el proceso de envejecimiento más acelerado que se conoce en una sociedad. Las predicciones demográficas apuntan a un desplome de la población en los próximos 30 años, que podría disminuir desde los actuales 128 millones de habitantes a unos 90. Esto lógicamente irá acompañado de una disminución radical del ratio de trabajadores  activos por jubilado y serios problemas de sostenibilidad del sistema económico.

El panorama socio-económico se complica dado el papel de la mujer en la sociedad, y la pérdida de talento que significa su escasa participación y liderazgo en la actividad económica y también por la baja tasa de inmigración. Apenas un 1% de los trabajadores en Japón son extranjeros; una cifra que en España supera el 10% y en Estados Unidos el 15%. En Japón, parece que el desarrollo de la robótica sustituye a las políticas de inmigración ;).

Tratar de ralentizar el proceso de envejecimiento de la sociedad japonesa supondría, según los expertos, cambiar el discurso y prioridades de la clase política para dar más apoyo a las mujeres japonesas que quieren tener hijos (y trabajar) y cambiar también el planteamiento nacional respecto a la inmigración. Es decir, desarrollo de políticas de diversidad social como receta económica.

Compartiré mis impresiones tras el viaje. Veo improbable que escriba en las próximas semanas porque lo más probable es que esté totalmente abducido por las diferencias culturales. Creo que cuando viajas hacia el Este percibes con claridad que las culturas europeas, y por su herencia directa las americanas, son mucho más parecidas entre si de lo que pensamos habitualmente.  Japón, en cambio, pertenece a otro planeta.

Acerca de Uxío Malvido

Spanish; based in Paris; HR Director.
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2 respuestas a Japón, un modelo empresarial sin diversidad

  1. artarchitectureandpolitics dijo:

    Hola Uxio!

    Me ha encantado tu análisis sociológico y demográfico de la situación actual de Japón. Lo cierto es que su economía oligopolística basada en los zaibatsu y los keiretzu, junto con la presencia de unas barreras de entrada a las inversiones extranjeras invisibles pero muy eficientes parecía un modelo indestructible hasta que USA les pidió ayuda para depreciar el $. Esto provocó que el Yen se apreciase mucho provocando una mala época para las exportaciones, lo que llevó a una crisis de crecimiento brutal. Además al bajar el tipo de interés los agentes económicos dejaron de consumir. A esta situación de deflacción y crisis de crecimiento se le unió el estallido de la burbuja financiera y del Real Estate, situando al país en una trampa de liquidez de la que parece empezar a recuperarse ahora (Japón salió de la recesión en el segundo trimestre de este año, con un crecimiento del 0,09% de su PIB respecto al ejercicio anterior).

    Por atra parte, me fascina la estética tan extrema que adoptan las tribus urbanas japonesas a las que hace referencia el link que incluyes en tu blog y me resulta muy interesante la presencia de este fenómeno en una sociedad tan cerrada y poco diversa como la japonesa.
    Sin conocer mucho el tema no sé si sería correcto decir que el surgimiento de estas tribus supone un mecanismo de reacción ante la autoimpuesta uniformidad nipona. Esta uniformidad contrasta mucho con la riqueza cultural del país por lo que es posible que la creatividad de sus habitantes tenga que surgir o brotar por algún lado, y se traduzca en estas estéticas tan fabulosas que están cargadas de referencias culturales tradicionales y contemporáneas (increible el look de las «chicas Ganguro»…!)

    Te deseo un muy buen viaje, y te espero para que me cuentes tus experiencias en el país del sol naciente…!

    Efrén.

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  2. Uxío Malvido dijo:

    Efrén, gracias por tu comentario. Se nota que sabes de economía y no sólo de arte 😉

    Te contaré con calma a la vuelta. Ya estoy pensando que son pocos días en Tokio, jaja.

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